8.4 - Resumen

  • Cuando se tiene mucho que hacer, la priorización se vuelve más importante. Cuando tiene más cosas que hacer de las que tiene tiempo, la priorización es extremadamente importante. Cuando se tiene muy poco que hacer, cualquier esquema de priorización funciona bastante bien.
  • Hacer las tareas en orden funciona bien cuando se tiene un pequeño número de tareas. Como los elementos más antiguos suben a la parte superior de la lista, tienden a hacerse. Este es un buen esquema para utilizar cuando no sabes qué hacer. Hacer la primera tarea de la lista es mejor que perder el tiempo preocupándose por qué tarea hacer primero.
  • Priorizar basándose en las expectativas de los clientes significa hacer primero las tareas que los clientes esperan que se hagan rápidamente. Los clientes esperan que las pequeñas peticiones se hagan rápidamente si el problema va a retrasar sus proyectos más grandes. Cuando se prioriza de esta manera, se invierte la misma cantidad de tiempo en el trabajo y se tienen más clientes satisfechos.
  • A la hora de decidir qué proyectos deben tener mayor prioridad, base la decisión en el impacto. Un proyecto de alto impacto que requiera un gran esfuerzo para completarlo le beneficiará más que un proyecto de bajo impacto que sea fácil de realizar.
  • Las peticiones de tu jefe deben tener una prioridad especial. Las peticiones de tu jefe suelen tener dependencias que tú desconoces. No seas la razón de que su proyecto más grande se retrase.
  • Para gestionar a tu jefe, debes hacer tres cosas: asegurarte de que tu jefe conoce tus objetivos profesionales, utilizar la delegación ascendente sólo cuando aproveche su autoridad, y comprender sus objetivos y participar en su consecución. Cuando haces estas tres cosas, estás en mejor sintonía con tu jefe, y él se vuelve más flexible con tus peticiones porque sabe que tienes su mejor interés en mente.

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